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la taberna del pirata y el ladron
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la taberna del pirata y el ladron
bonita taberna, no esperaba llegar hasta aqui pero alomejor logro encontrar algo para comer, estoy que no puedo conmigo. El lugar parece un tanto vacio, no havia mucha gente, tenia las ventanas a medio cerrar y buena iluminacion con velas, ni muy oscuro y muy claro, en la barra se encontraba el tabernero, era el tipico gordinflon con bigote y barba. Havian varias mesas, de las cuales cuatro se encontraban ocupadas por aldeanos y el resto estaba vacio.
Me encaminé hacia delante dando un pequeño repaso al lugar, en menos de dos minutos ya havia fijado dos o tres personas a las cuales robarles algo de comida y monedas, aunque no seria fácil, me senté en una mesa, me quite el sombrero y coloque las piernas encima de la mesa mientras silbaba al tabernero para que moviera su asqueroso culo hasta aquí.
- HE!! tu, pedazo de grasa, tráeme una botella de ron, y no te la bebas por el camino.
dije sin dirijirle la mirada en ningún segundo. Estaba claro que no iba a pagar, y si tenia algún problema con ello, se las vería con el precioso filo de mi espada, y eso no seria nada bueno.
Mientras venia el tío, cerré un rato los ojos, no havia dormido en un par de noches, con todo esto de vivir de lo que robo, no tengo tiempo para dormir, en fin.
Me encaminé hacia delante dando un pequeño repaso al lugar, en menos de dos minutos ya havia fijado dos o tres personas a las cuales robarles algo de comida y monedas, aunque no seria fácil, me senté en una mesa, me quite el sombrero y coloque las piernas encima de la mesa mientras silbaba al tabernero para que moviera su asqueroso culo hasta aquí.
- HE!! tu, pedazo de grasa, tráeme una botella de ron, y no te la bebas por el camino.
dije sin dirijirle la mirada en ningún segundo. Estaba claro que no iba a pagar, y si tenia algún problema con ello, se las vería con el precioso filo de mi espada, y eso no seria nada bueno.
Mientras venia el tío, cerré un rato los ojos, no havia dormido en un par de noches, con todo esto de vivir de lo que robo, no tengo tiempo para dormir, en fin.
Eiden Kórsakov- Criminal
- Libras : 234750
Localización : hoy aquí, ayer allí, y mañana allá
Mensajes : 13
Sexo :
Re: la taberna del pirata y el ladron
Las palabras del capitán resonaban por toda la planta superior del barco, Scarlett se encontraba al lado de la brújula de barco, con su propia brújula en la mano, aquella que no dejaba de girar como siempre, aveces la miraba con atención y conseguía relajarse aunque otras veces lo hacía por simple aburrimiento, la aguja de la brújula no apuntaba a ningún lugar específico, su padre le había explicado muchas veces que cuando el quería encontrar un destino, la brújula le guiaba, pero con Scarlett, la brújula solo giraba sin detenerse nunca. Con Keith a su lado mientras controlaba el manejo del timón, con la cara igual de seria que siempre y la espalda estirada como si fuera el mástil del barco, en todo el tiempo que llevaba con él jamás le había visto sentado o corvado, aunque tampoco le importaba ese dato, mientras el resto de piratas correteaban por la plataforma de madera llevando bolsas de tela sobre sus hombros, con sus gorros piratas algunos más grandes y otros más pequeños en sus cabezas protegiéndolos del sol abrasador, como siempre.
Con un suspiro, de un salto por la verja enfrente del timón, saltó cayendo al suelo con las dos piernas perfectamente puestas en la madera del suelo, colocándose bien el gorro negro una vez más. Con sus pantalones negros, una camisa blanca y un chaleco rojo, haciendo favorecer poco su cuerpo de mujer, pues si no fuera por su rostro de porcelana ligeramente bronceado y su cabello tan largo que le llegaba por debajo de los hombros, nadie diría que se trata de una mujer.
Se subió al bote con el resto de la tripulación, poniéndose de pie mientras veía el pueblo y la isla a donde iban a aparcarse mientras recogían tripulación y alimento, con la mano sobre su frente miraba el puerto con una ceja arqueda mientras el bote, se acercaba a este.
Caminaba por las maderas del puerto de Hawk, con prisa y unas monedas en sus bolsillos, sabía a donde tenía que ir y aparte de necesitarlo, ya que los piratas llevaban días sin una gota de alcohol en su sangre, su se emborrachaba o se ponía contenta, ya que nunca se había emborrachado del todo, no le importaría estar en tierra.
Caminó con aprisa apartándose de vez en cuando de los hombres que se encontraban sentados, mojando sus pies, borrachos, cantando canciones de piratas y promesas de amor que se los lleva las olas de la playa, con las botellas de alcohol en sus manos y los gorros en la otra, algunos bailaban pero enseguida se caían, otros movían monedas de unas manos a otros y los de detrás, movían las monedas de los bolsillos de los demás, Scarlett caminaba con aprisa por eso, no quería herir a nadie por unas monedas, aunque nunca se dejaba robar.
Llego a la puerta del local, si se le podía llamar puerta, ya que dicha puerta se encontraba partida por la mitad, con otro suspiro de queja aunque de indiferencia había visto locales mucho peores que este, cuando atravesó el local con los ojos cerrados, al abrirlos tampoco se sorprendió, en su interior apenas había más de diez personas, no era como Tortuga donde apenas cabía un alfiler, poco iluminada aunque el olor desagradable de cualquier taberna, no se lo quitaba nadie, seguía siendo mejor que el olor de sus compañeros piratas. Con las manos en su cintura se acerco hasta la barra y poniendo una mano en esta sin mirar quien se encontraba a su lado ni al otro, pidió una botella de Ron, mientras aguardaba miraba a su alrededor buscando a alguien de su barco, para coger la botella a irse fuera, no le gustaba compartir y mucho menos el ron.
Con un suspiro, de un salto por la verja enfrente del timón, saltó cayendo al suelo con las dos piernas perfectamente puestas en la madera del suelo, colocándose bien el gorro negro una vez más. Con sus pantalones negros, una camisa blanca y un chaleco rojo, haciendo favorecer poco su cuerpo de mujer, pues si no fuera por su rostro de porcelana ligeramente bronceado y su cabello tan largo que le llegaba por debajo de los hombros, nadie diría que se trata de una mujer.
Se subió al bote con el resto de la tripulación, poniéndose de pie mientras veía el pueblo y la isla a donde iban a aparcarse mientras recogían tripulación y alimento, con la mano sobre su frente miraba el puerto con una ceja arqueda mientras el bote, se acercaba a este.
Caminaba por las maderas del puerto de Hawk, con prisa y unas monedas en sus bolsillos, sabía a donde tenía que ir y aparte de necesitarlo, ya que los piratas llevaban días sin una gota de alcohol en su sangre, su se emborrachaba o se ponía contenta, ya que nunca se había emborrachado del todo, no le importaría estar en tierra.
Caminó con aprisa apartándose de vez en cuando de los hombres que se encontraban sentados, mojando sus pies, borrachos, cantando canciones de piratas y promesas de amor que se los lleva las olas de la playa, con las botellas de alcohol en sus manos y los gorros en la otra, algunos bailaban pero enseguida se caían, otros movían monedas de unas manos a otros y los de detrás, movían las monedas de los bolsillos de los demás, Scarlett caminaba con aprisa por eso, no quería herir a nadie por unas monedas, aunque nunca se dejaba robar.
Llego a la puerta del local, si se le podía llamar puerta, ya que dicha puerta se encontraba partida por la mitad, con otro suspiro de queja aunque de indiferencia había visto locales mucho peores que este, cuando atravesó el local con los ojos cerrados, al abrirlos tampoco se sorprendió, en su interior apenas había más de diez personas, no era como Tortuga donde apenas cabía un alfiler, poco iluminada aunque el olor desagradable de cualquier taberna, no se lo quitaba nadie, seguía siendo mejor que el olor de sus compañeros piratas. Con las manos en su cintura se acerco hasta la barra y poniendo una mano en esta sin mirar quien se encontraba a su lado ni al otro, pidió una botella de Ron, mientras aguardaba miraba a su alrededor buscando a alguien de su barco, para coger la botella a irse fuera, no le gustaba compartir y mucho menos el ron.
Scarlett E. Berckley- Pirata
- Libras : 233250
Localización : Buscame, hay siete maros, en alguno tengo que estar.
Mensajes : 8
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Re: la taberna del pirata y el ladron
no me gustaba para nada ese antro, pero tenia sed y ganas de un poco de fiesta, pero no pasaba nada interesante. Yo que se, podría venir algun pirata o ladron a armarla aqui dentro, almenos asi tendría algun motivo para quedarme ¿No?
Entonces entro lo que parecia una mujer, con una blusa blanca y chaleco rojo, le conseguí mirar la cara, era guapa, y eso me dio que pensar ¿porque alguien tan guapa viste de manera tan vulgar? alomejor quería disimular para que no le robara nadie. Se puso en la barra y durante unos segundos me quede mirando su trasero. Quiera o no, sigo siendo un hombre.
Me levante sin hacer ruido y me hacerque sigiloso por detras de esa dama, ¿tendria oro? ¿podria pedir un rescate pro ella? solo havia una manera de descubrirlo.
Me puse a dos centimetros de la dama, y sin que nadie se diera cuenta, saqué la espada para ponersela en su espalda, acequé todo lo que pude mi cabeza a su oreja para decirle:
- Hola encanto, ¿como alguien tan bella como tu en un antro como este?
dije soltando una pequeña carcajada al final, con una mano escondida dentro de mi chaqueta empuñaba el arma para que no fuera tan vistoso y con la otra le acariciaba el pero a esa dama.
Entonces entro lo que parecia una mujer, con una blusa blanca y chaleco rojo, le conseguí mirar la cara, era guapa, y eso me dio que pensar ¿porque alguien tan guapa viste de manera tan vulgar? alomejor quería disimular para que no le robara nadie. Se puso en la barra y durante unos segundos me quede mirando su trasero. Quiera o no, sigo siendo un hombre.
Me levante sin hacer ruido y me hacerque sigiloso por detras de esa dama, ¿tendria oro? ¿podria pedir un rescate pro ella? solo havia una manera de descubrirlo.
Me puse a dos centimetros de la dama, y sin que nadie se diera cuenta, saqué la espada para ponersela en su espalda, acequé todo lo que pude mi cabeza a su oreja para decirle:
- Hola encanto, ¿como alguien tan bella como tu en un antro como este?
dije soltando una pequeña carcajada al final, con una mano escondida dentro de mi chaqueta empuñaba el arma para que no fuera tan vistoso y con la otra le acariciaba el pero a esa dama.
Eiden Kórsakov- Criminal
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