Casting para Marian.

Situación; un paseo lleno de recuerdos con su prima Crystal.

Tema;

Todo puede cambiar un día donde las cosas parecen ir bien, así le ocurrió en la vida de Marian hace ya varios años, cuando encontró a un hombre de facciones destacables accidentado luego de la guerra en el mundo terrenal. Sabía en qué consistía ya que el líder de su especie le mantenía algo al tanto, y al ser repercusiones con los piratas los rumores no demoraban en llegar a sus oídos. Fue extraño, algo inquietante, pero las decisiones se tomaban rápidamente en situaciones así, aún lo recuerda perfectamente, pues apenas vio aquel joven no dudo en rescatarlo. Ella con muchas más sirenas estaban en misión aquel día, debían tratar de salvar a todas las personas que pudieran, pero el joven que se cruzó con Marian, necesitaba algo más. Siempre al ver los azulinos ojos del chico, recuerda que aquel día estuvo a punto de morir, todas las cosas que su corazón ha sentido desde aquel día, para ella eran desconocidas, cegadas por el capricho familiar de comprometerse con el líder de la gente del mar, Aurioz. El rescate hacía él fue distinto, tuvo que convertirlo en alguien como los suyos, dejando una vida atrás, ocultándole su pasado, sus sentimientos, sus recuerdos se esfumaban, pero era la única forma de salvarlo, convertirlo en tritón.

Muchos de esos recuerdos se le vienen en mente cuando se cruza con él por los mares, en cada rincón de la ciudad en la cual habitan, cada vez que pasan una tarde juntos, está presente el hecho de que él, es y será alguien importante en su vida, pero lo que más le duele a Marian es que él no recuerde su antigua vida. Pensando en ello y paseando con una de sus tantas primas, Crystal, se dispuso a soltar palabra, llevaba ya un rato nadando en silencio, mirando a lo lejos como Khaled disfrutaba con sus amigos y mascota. Cambio la vista hacia su prima – ¿Sabes Crystal? Siento algo de temor al pensar que Khaled en su antigua vida fue distinto, y más pensar que fue más feliz en ella – Dijo con algo de melancolía, pero luego una sonrisa salió de su rostro cuando su mascota llegó a su lado, un delfín pequeño que tenía algunos meses de nacido – Siempre llegas en el momento preciso Lis –Le dijo girándose con su aleta, para nadar con él y su prima. Si había algo en el mundo que le hacía más feliz que la mirada sonriente de Khaled, es la compañía leal y sincera de su delfín. Permaneció un momento inquieta nadando un par de metros con él, disfrutar de un buen rato, nunca tuvo una negación de parte de la rubia.